Angiomas Rojos
Descripción
Angiomas rojos o hemangiomas
Son términos similares, ambos indican sangre arterial en su estructura.
Los dividimos en angiomas cavernosos y tuberosos.
Angiomas cavernosos
- Constituidos por espacios vasculares que están alimentados por uno o más pedículos arteriales.
- Son formaciones blandas y fácilmente compresibles.
- No duelen al tacto ni a la presión suave.
- Sus bordes no se diferencian bien de los tejidos vecinos.
- Los vasos que los forman tienen endotelio maduro.
- Para ellos no existe involución espontánea.
- Su altura es de uno a dos centímetros.
- La piel que los cubre es de color rojo y sin rugosidades.
- Alrededor de su base, por transparencia de la piel, puede observarse un halo de color rojo pálido por los vasos en el tejido subcutáneo.
- Si ocurriera cambios en el color y el volumen del angioma, está dado por pequeñas hemorragias postraumáticas o espontáneas.
- El tratamiento está muy bien normatizado, según su ubicación y el tamaño del angioma cavernoso.
Angiomas tuberosos
- Formados por capilares con endotelio vascular inmaduro.
- En el nacimiento del bebé se presenta como uno o varios pequeños puntos rojos. Luego de dos o más semanas se transforma en un tumor sólido y elevado de la piel circundante.
- La superficie es rugosa y áspera al tacto, de color rojo intenso.
- Lo habitual es su regresión espontánea por trombosis intracapilar, con lenta descamación de la superficie rugosa.
- Esta involución comienza entre los 12 y 18 meses de edad en el 90% de los casos.
- En su sitio, queda una piel delgada con pliegues finos y menor pigmentación.
- No deben infectarse.
- Se contraindica el uso de productos químicos locales.
- Misma indicación tiene la radioterapia por llevar a cambios indeseables de los tejidos superficiales y deformidad ósea subyacente.